¿Qué tapones de vino son mejores? ¿De corcho o sintéticos?

En el mercado existen muchos tipos de tapones de vino y cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes. En general, podemos decir que el objetivo principal del tapón es preservar el vino que contiene la botella y evitar que el líquido entre en contacto con el oxígeno y otros elementos como bacterias y moho. Partiendo de esa base, ¿Que tapones de vino son mejores?  

  • Corcho natural. Este tipo de tapones está elaborado con la corteza del alcornoque. Son los tapones más utilizados en vinos que precisan una larga guarda en botella, debido a que permiten una ligerísima oxigenación del vino, al no ser totalmente herméticos. Esas pequeñas cantidades de oxigeno que penetran en la botella hacen que el vino evolucione de forma correcta. Las botellas con estos tapones deben guardarse tumbadas para mantener el corcho húmedo y que no se expanda, ya que de hacerlo entraría más oxígeno al vino. El inconveniente es que el corcho puede aportar sabor al vino, algo que sucede en un 3% de los casos aproximadamente.
  • Corcho conglomerado. Son los tapones de vino que están fabricados a partir de gránulos de corcho. Estos tapones son adecuados para vinos jóvenes, que no van a permanecer demasiado tiempo en botella. Son más baratos que los de corcho natural pero sufren de idénticos problemas y no tienen las mismas ventajas.
  • Sintéticos. Los tapones de plástico o sintéticos son también económicos y dan una apariencia a la botella de mejor calidad que los de rosca. No son recomendables para vinos que deben guardarse más de 3 años en botella porque los tapones sintéticos tienden a contraerse a partir de ese tiempo. Otro inconveniente de este tipo de tapones es que también aportan algo de sabor y aroma químico al vino, por lo que conviene conservar estas botellas en vertical, ya que no es necesario mantener húmedo el tapón.
  • De rosca. Son tapones herméticos que permiten conservar el vino sin que se oxide, por lo que son ideales para blancos, rosados o tintos jóvenes. No aportan ningún tipo de sabor al vino y permite guardar las botellas en vertical. Los tapones de rosca no son recomendables para vinos que deben permanecer en botella más de 12 meses porque no permiten un adecuado envejecimiento del vino. Además tienen el inconveniente estético, pues muchos consumidores relacionan los tapones de rosca con vinos de baja calidad.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el bodeguero siempre utilizará aquellos tapones de vino que considere más adecuados para una correcta conservación de sus caldos.

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