Los mejores vinos para el verano son los refrescantes, los blancos jóvenes, los espumosos y los rosados, debido a que son más ligeros, tienen menos graduación alcohólica y se pueden servir más fríos.
Si eres de los que no quiere renunciar al tinto en estas fechas de calor, entonces te recomendamos que elijas un tinto joven, ya que es más suave y lo puedes servir a 13 o 14º. Cuando el calor aprieta, los vinos menos recomendables son los tintos envejecidos en barrica o de elevada graduación, pues más que refrescar, calientan y pueden resultar un tanto pesados.
Si estás en un bar o restaurante, pide sin miedo que te sirvan el vino en una cubitera, de lo contrario lo tendrás a temperatura ambiente en poco tiempo, ¡y estamos hablando de más de 25º! Recuerda que los espumosos conviene consumirlos a 7º, los blancos entre 8 a 10º, los rosados de 10 a 12º y los tintos jóvenes de 12 a 15º.
Otra recomendación: en la cubitera, echa más agua que hielo y ten en cuenta que, si el vino está a temperatura ambiente, tendrás que dejarlo reposar alrededor de 20 o 25 minutos hasta que se enfríe. Para conservar el vino fresco en casa, aleja las botellas de la luz directa y guárdalas al nivel del suelo puesto que la temperatura es dos grados más baja. En definitiva, saca las botellas de la caja de cartón y guarda el vino en el lugar más fresco de la casa.
Los vinos blancos y rosados son acompañantes ideales para las comidas ligeras del verano, como arroces, pintxos, ensaladas, pescados… Otro motivo más para no renunciar a ellos en estas fechas de calor. Si ademas tienen aguja (finísimas burbujitas generadas por el gas carbónico) la sensación de frescura es aún mayor. Si quieres más información al respecto, en otro post ya comentamos como tomar un vino espumoso, temperatura y maridajes.
Ya sea en la terraza, en el chiringuito o de tertulia con los amigos, recuerda que hay vinos para el verano, así que pídelos sin miedo siguiendo estos consejos.